Las piscinas son asociadas con experiencias disfrutables, relajantes y para divertirse con familia y amigos, no obstante, puede albergar riesgos microbiológicos si el agua no se trata adecuadamente o no se implementan elementos cruciales, como los filtros para albercas. Hay varios tipos de riesgos, que es importante conocer para entender la importancia de mantenerlos a raya.
¿Qué riesgos microbiológicos pueden darse en las albercas?
Con sistemas hidráulicos completos para albercas ideales, se evitan los siguientes microorganismos:
Bacterias
Las piscinas pueden albergar muchas especies bacterianas, pero hay tres que son muy frecuentes, peligrosas y causantes de consultas con el médico e, incluso, hospitalizaciones:
- Las cepas de E. coli son causantes de enfermedades gastrointestinales, por ejemplo, diarrea, vómitos y fiebre, lo que ocurre cuando se ingiere agua contaminada (algo inevitable al nadar).
- Las pseudomonas aeruginosa son causantes de infecciones del oído, piel y tracto urinario cuando se tiene contacto con agua sucia, por ejemplo, ante agua estancada por problemas con las bombas para albercas.
- La bacteria Legionella pneumophila provoca la enfermedad del legionario, una forma grave de neumonía, cuando se introduce agua contaminada por vía respiratoria.
Virus
Los virus de mayor riesgo en albercas son:
- El norovirus es muy contagioso y causante de gastroenteritis aguda, cuyos síntomas son vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre.
- La hepatitis A se transmite a través del agua sucia y causa una infección viral del hígado, derivando en síntomas como fatiga, náuseas, fiebre e ictericia.
- Ciertas cepas de adenovirus provocan conjuntivitis y enfermedades respiratorias, como la neumonía.
Parásitos
Entre los protozoos comunes en aguas sucias de albercas están:
- El cryptosporidium es el causante de la enfermedad de Cryptosporidiosis, cuyos síntomas son diarrea acuosa, calambres abdominales, náuseas y vómitos. Resiste bastante a los desinfectantes comunes, por lo que se requieren múltiples métodos para su erradicación y poder disfrutar de la piscina durante el invierno y el resto de estaciones.
- La giardia es causante de la giardiasis, una enfermedad intestinal con síntomas como diarrea, calambres estomacales, flatulencia y desnutrición.
Hongos
Los hongos que pueden surgir son:
- Los dermatofitos, que varias provocan infecciones cutáneas, por ejemplo, dermatofitosis, que destaca por erupciones cutáneas, picazón, piel roja y descamada.
- La malassezia furfur es causante de la pitiriasis versicolor, que destaca por las manchas en tórax y espalda que cambian de color.
Cabe agregar que, si bien las algas en albercas no son patógenas ni microorganismos, crean un entorno favorable para el crecimiento de los riesgos microbiológicos mencionados, por lo que su erradicación es igualmente importante.
¿Qué hacer para prevenir estos riesgos?
Los riesgos mencionados no tienen que ser motivo para huir de la piscina o quitarla de su vivienda y negocio. Es posible usarla de forma segura si se combinan varias medidas de prevención, tratamiento del agua y mantenimiento adecuado:
Desinfección
El desinfectante más utilizado en piscinas es el cloro, igual pueden usarse el bromo u ozono. Es importante hacer un cálculo adecuado según el tamaño de la alberca para una dosificación segura, asimismo, realizar pruebas regulares y, en caso de ser necesario, ajustar los niveles de desinfectante.
Control del pH
El pH del agua de la piscina influye tanto en la eficacia del desinfectante como en la inhibición de la proliferación de microorganismos. El rango recomendado oscila entre 7.2 y 7.6. Asimismo, conviene contar con medidores de pH para realizar pruebas y ajustar los niveles mediante productos químicos adecuados, como el ácido muriático o la soda ash.
Sistema de filtración
Es necesario usar filtros para albercas de calidad para evitar que partículas, contaminantes y ciertos microorganismos entren al agua. Existen diferentes medios filtrantes en el mercado, no obstante, todos funcionan de forma similar. El agua pasa por un skimmer y, mediante una bomba, es impulsada hasta llegar al filtro que impide que los contaminantes del suministro accedan.
Los filtros para albercas igual disminuyen la necesidad de químicos costosos, por ejemplo, alguicidas y clarificadores. Dado que acumulan los residuos, tienen que mantenerse regularmente, lo que implica su limpieza, reemplazo de cartuchos, limpieza de skimmers, entre otras medidas.
Buena circulación del agua
Cuando el agua circula bien en la piscina, se evitan zonas estancadas en las que pueden proliferar los microorganismos. Es importante que la bomba sea eficiente (como EcoPump que ponemos a su alcance) para que funcione en todo momento y garantice la buena circulación del agua.
Mantenimiento periódico
Realizar cuidados en toda la piscina es crucial para la seguridad microbiológica. Esto incluye limpieza de las superficies, remoción de hojas y otros residuos, revisión de equipos para detectar problemas potenciales. Asimismo, tiene que revisarse la calidad del agua y efectuar pruebas químicas periódicas para que esté en buenos niveles de desinfectante y pH.
Otro aspecto importante es educar a los usuarios sobre la importancia de la higiene personal y cómo deben comportarse mientras naden. Algunos puntos relevantes aquí es lavarse antes de entrar a la piscina, usar trajes de baño limpios, evitar orinarse en el agua y beberla. Igual regulan el acceso a animales domésticos o personas con alguna enfermedad.
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