Ya sea para nadar, relajarse con un inflable o jugar con los niños, tener una alberca en casa es sinónimo de buenos momentos. Pero también es sinónimo de mantenimiento constante, limpieza, organización y conocimiento en equipos como bombas y filtros para albercas.
Porque la diversión en una alberca solo es posible en una alberca con agua limpia. Pero ¿sabías que mantener el agua en condiciones óptimas requiere algo más que solo un buen filtro?
Detrás del agua perfecta hay un sistema de filtración que trabaja todos los días, sin descanso, para que tú solo tengas que preocuparte por ponerte el traje de baño. Y hoy vamos a contarte cómo funciona ese sistema completo, más allá del famoso filtro.
¿Qué es el sistema de filtración de una alberca?
El sistema de filtración es el corazón del mantenimiento de una piscina. Su principal función es capturar y eliminar residuos, desde hojas y tierra hasta partículas microscópicas como algas y polvo. Para lograrlo, se apoya en un conjunto de elementos que trabajan de manera coordinada: tuberías, skimmers, bomba, válvula selectora, filtros para albercas y retornos.
Aquí te explicamos cómo funciona y para qué sirve cada componente:
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Skimmers y desnatadores: la primera línea de defensa
Los skimmers son esas pequeñas compuertas en los bordes de la alberca que “aspiran” la superficie del agua. Su trabajo es atrapar hojas, insectos, pelusas y todo lo que flota antes de que se hunda. Estos residuos se quedan atrapados en una canastita fácil de limpiar. ¡Una gran ayuda para evitar que el sistema se obstruya!
Algunos sistemas también cuentan con un sumidero de fondo, que recoge el agua desde la parte más profunda de la piscina, ayudando a mover la suciedad que se acumula en el fondo.
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Bomba de agua: el motor que lo mueve todo
Después del skimmer, el agua pasa a la bomba, que es el motor del sistema de filtración. Su trabajo es succionar el agua y enviarla con presión hacia el filtro. Dentro de la bomba se encuentra un prefiltro, una canastilla que retiene restos de mayor tamaño que no fueron atrapados por los skimmers.
Una bomba eficiente puede ser la clave para ahorrar energía y mantener tu alberca en perfectas condiciones a largo plazo. Por eso, es clave elegir una bomba con la potencia adecuada al volumen de tu alberca y que preferiblemente cuente con opciones de programación y ahorro energético.
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Filtro: el protagonista de la limpieza
El filtro es el encargado de eliminar las partículas más pequeñas del agua. Existen varios tipos de filtros para albercas, y cada uno utiliza un medio diferente para retener las impurezas:
- Filtro de arena: usa una capa de arena para atrapar suciedad. Requiere un lavado periódico (retrolavado) para limpiar la arena.
- Filtro de cartucho: utiliza cartuchos reemplazables y lavables. Son fáciles de mantener, pero requieren limpieza frecuente.
- Filtro de diatomeas: ofrece una filtración muy fina usando tierra de diatomeas como medio. Ideal para mantener el agua cristalina.
Independientemente del tipo, su misión es la misma: dejar el agua como nueva antes de devolverla a la piscina.
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Válvula selectora: la dirección del flujo
Este componente es como el cerebro que decide por dónde va el agua dependiendo de lo que necesites hacer: filtrar, lavar el filtro, vaciar la alberca o simplemente hacer que el agua circule sin pasar por el filtro.
Algunas de las posiciones más comunes de la válvula son:
- Filtración: el modo estándar, donde el agua pasa por el filtro y regresa a la piscina.
- Retrolavado (Backwash): limpia el filtro enviando el agua sucia al desagüe.
- Enjuague (Rinse): se usa después del retrolavado para asentar la arena o el medio filtrante.
- Recirculación: mueve el agua sin pasarla por el filtro (útil en ciertos tratamientos).
- Vaciado (Drain): envía el agua directamente al drenaje.
- Cerrado: bloquea todo el paso de agua (¡nunca enciendas la bomba en esta posición!).
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Retornos y tuberías: el cierre del ciclo
Una vez que el agua ha pasado por todo este proceso de limpieza, regresa a la alberca a través de las boquillas de retorno, que suelen estar en las paredes de la piscina. Este flujo continuo permite que el agua circule, se mezcle y se mantenga en movimiento, lo que evita el estancamiento y la formación de bacterias.
Todo este proceso se da gracias a una red de tuberías y válvulas que conectan cada componente del sistema y permiten su control.
Si lo piensas, es como si el agua hiciera un viaje de spa y volviera renovada.
¿Por qué es tan importante entender el sistema completo?
Conocer cómo funciona tu sistema de filtración te ayuda a:
- Detectar fallas antes de que se conviertan en problemas costosos.
- Realizar un mantenimiento adecuado y oportuno.
- Ahorrar energía y agua, optimizando el uso de la bomba y el filtro.
- Garantizar que tu piscina esté siempre lista para usarse.
¿Y cómo mantener a este equipo funcionando al 100%?
Un buen sistema de filtración necesita cariño. Aquí te dejamos algunos tips fáciles y útiles:
- Limpia las canastillas del skimmer y de la bomba al menos una vez por semana.
- Haz el retrolavado cuando notes que el flujo de agua disminuye o el manómetro lo indique.
- Cambia o lava los cartuchos según lo que indique el fabricante.
- Nunca muevas la válvula con la bomba encendida.
- Filtra entre 6 y 8 horas al día, dependiendo del tamaño de tu alberca y el uso que tenga.
Recuerda: un sistema limpio te ahorra tiempo, dinero en químicos y te garantiza una experiencia mucho más agradable cada vez que te metes al agua.
En resumen
Aunque los filtros para albercas son piezas clave, no trabajan solos. Cada pieza, desde el skimmer hasta los retornos, tiene una función importante, y todas deben estar en buen estado para lograr ese resultado cristalino que tanto nos gusta.
Conociendo cada parte y cuidando su mantenimiento, alargas la vida útil de tu equipo y garantizas agua limpia, saludable y segura para todos.
Tu piscina puede ser un oasis en casa. Solo necesitas el cuidado correcto y ahora ya sabes por dónde empezar.
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